
Estudios científicos
Alcohol Intake, Drinking Pattern, and Risk of Type 2 Diabetes in Three Prospective Cohorts of U.S. Women and Men.
Abstract:
Objective: Although the adverse effects of excessive alcohol consumption are well established, the association between light to moderate alcohol consumption (≤30 g ethanol per day) and risk of type 2 diabetes (T2D) remains controversial and holds substantial public health implications. We aimed to examine the association of total alcohol intake and drinking pattern with T2D among three cohorts, Nurses’ Health Study (NHS), Nurses’ Health Study II (NHSII), and Health Professionals Follow-up Study (HPFS).
Research design and methods: Former regular drinkers were excluded from baseline nondrinkers. Hazard ratios (HRs) and 95% CIs were estimated by Cox models.
Results: Over 3 decades of follow-up, 20,551 T2D cases were documented among 200,969 participants. Total alcohol intake was associated with a lower risk of T2D, either using nondrinkers or 0.1-4.9 g/day as the reference. The association was robust to extended latency periods and alternative modeling of exposure. Drinking frequency was associated with a lower T2D risk. For example, compared with drinking 1-2 days per week, the HRs (95% CIs) for drinking 5-6 days were 0.73 (0.65, 0.83), 0.73 (0.62, 0.86), and 0.76 (0.67, 0.86) in the NHS, NHSII, and HPFS cohorts, respectively. When modeled jointly, the lower risk of T2D among drinkers was primarily driven by the drinking frequency. The inverse association began at drinking 1-2 days per week in women and 3-4 days per week in men and was strongest for ≥5 days per week, regardless of drinking <10 g or ≥30 g per drinking day.
Conclusions: Light to moderate alcohol consumption, especially regular light drinking, was associated with a lower risk of T2D in both men and women.
Comentarios divulgativos:
¿El consumo moderado de alcohol y su patrón de consumo influyen en el riesgo de diabetes tipo 2? Esta investigación utiliza datos de tres cohortes estadounidenses para tratar de dar respuesta a esta pregunta.
Mientras que el consumo excesivo se asocia con efectos adversos para la salud, hay resultados contradictorios sobre el impacto en el riesgo de diabetes tipo 2 de un consumo leve-moderado (≤30 g de etanol por día). Los resultados de esta investigación indicaron que, en comparación con los no bebedores, tanto en el caso de los hombres como en el caso de las mujeres un consumo moderado se asociaba con un menor riesgo de diabetes tipo 2. Además, se observó que este resultado “protector” dependía en gran medida de la frecuencia con la que se bebía, más que de la cantidad consumida.
Los resultados “protectores” se comenzaban a observar cuando el consumo se distribuía en 1-2 días a la semana en las mujeres y en 3-4 días de consumo a la semana en el caso de los hombres y fue mayor cuando se superaban los 5 días por semana, independientemente de si la cantidad diaria consumida era menor de 10 gramos/alcohol al día o mayor de 30 gramos/alcohol al día. Por lo tanto, los autores del estudio concluyeron que, el consumo ligero a moderado, especialmente el consumo regular y ligero, se asociaba con un menor riesgo de diabetes tipo 2 tanto en hombres como en mujeres.
La investigación observacional incluyó datos de tres grandes estudios de cohortes estadounidenses el estudio de Salud de las Enfermeras (NHS), el estudio de Salud de las Enfermeras II (NHSII) y el estudio de Seguimiento de los Profesionales de la Salud (HPFS), con aproximadamente tres décadas de seguimiento y 20.551 casos de diabetes tipo 2 en un total de 200.969 participantes. Es importante destacar que los exbebedores no estaban incluidos en el grupo de no bebedores cuando fue utilizado como grupo de referencia.
Más en detalle, se observó que en general el consumo de alcohol se asociaba con un menor riesgo de diabetes tipo 2, tanto si se comparaba con los abstemios, como si se comparaba con el grupo de bebedores ocasionales (0,1-4,9 g/día). Sin embargo, la frecuencia de consumo modificaba los resultados, observándose una asociación con un menor riesgo de diabetes tipo 2 especialmente cuando se bebía ≥5 días a la semana, independientemente de la cantidad de alcohol consumida <10 g o ≥30 g por día. Estos resultados se observaron en el vino en general, vino tinto y vino blanco.
Otra de las variables que también se estudió fue si tomar bebidas durante las comidas o fuera de ellas modificaba los resultados. Los análisis indicaron que el impacto en los resultados de beber o no durante las comidas era modesto, con tendencia a asociarse con un menor riesgo. En comparación con beber <25% del alcohol junto con las comidas, tomar el 25-75% del alcohol junto con las comidas se asociaba con un menor riesgo de diabetes en las mujeres (en los hombres este resultado sólo se observó en el caso del consumo de licor). Y el consumo de >75% del alcohol con las comidas mostraba una asociación inversa más débil en las mujeres y nula en el caso de los hombres. Además, estos resultados no se veían modificados en gran medida por la frecuencia de consumo o la cantidad consumida.
Fortalezas/Limitaciones del estudio: Gran cantidad de participantes. Los análisis y subanálisis consideran variables de ajuste importantes: sexo, frecuencia de consumo, tipo de bebida. Tiempo de seguimiento prolongado. No es posible descartar la presencia de factores de confusión residuales, por ejemplo, derivados de otros factores socioeconómicos y de estilo de vida. Cantidades consumidas autorreportadas y estimadas. Limitación para generalizar los resultados a otras poblaciones. No es posible extraer conclusiones de tipo causa-efecto.
Importante: Los autores remarcan que estos resultados no justifican iniciar el consumo de alcohol como medio para prevenir la diabetes, especialmente en la población joven. Pues no es posible ignorar los efectos perjudiciales del consumo excesivo.