Estudios científicos

A multi-omics approach for understanding the effects of moderate wine consumption on human intestinal health.

Abstract:

The human gut is a highly diverse microbial ecosystem. Although showing a well-defined core of dominant taxa, an interindividual variability exists in microbiome arrangement patterns, and the presence and proportion of specific species, determining individual metabolic features-metabotypes-which govern the health effects of dietary interventions (i.e. polyphenol consumption). Starting with a 19-volunteer human intervention study, divided into low, medium, and high wine-polyphenol-metabolizers, we detected interindividual discrepancies on the effect of wine consumption in gut bacterial alpha-diversity, but a significant homogenization of beta-diversity among moderate wine consumers, independently of their metabotype. In addition, the abundance of key health-related taxa such as Akkermansia sp. increased after moderate wine intake in the group of high polyphenol-metabolizers. Regarding the metabolic activity, significant (p < 0.05) positive correlations in the production of SCFAs were observed after wine intake. Finally, we were able to correlate the microbiome and the metabolome of the three metabotypes, and to identify some metabolites-biomarker species, highlighting the genera Phascolarctobacterium, Pelotomaculum and Prevotella, as positively correlated with polyphenol concentration, and Prevotella, Zymophilus and Eubacterium as positively correlated with SCFAs concentration in faeces. Our results contribute to the evidence of the need of including the microbiome variable in personalized nutrition programs, as different metabotyes respond differently to dietary interventions.

Comentarios divulgativos:

El intestino humano es un ecosistema microbiano complejo que puede cambiar en función de cómo sea la alimentación o el medio ambiente en el que se vive. Estos cambios pueden modificar el tipo de bacterias presentes en el intestino, pero también las funciones que desarrollan en él y su impacto en la salud. Los alimentos ricos en polifenoles, como el vino tinto, han despertado un gran interés en la investigación sobre salud intestinal, ya que se ha relacionado con efectos beneficiosos cuando se bebe de forma moderada.

Los polifenoles pueden interaccionar con la microbiota, pero, además, la microbiota puede modificar la formación de metabolitos producidos a partir de los polifenoles. Por ello, el objetivo principal de este estudio fue investigar la respuesta de la microbiota intestinal humana a la ingesta moderada de vino.

En el estudio se utilizaron muestras de heces de 19 voluntarios sanos (edad media: 42 años), que se dividieron al azar en dos grupos, el grupo control, que no bebió vino durante el estudio y el grupo intervención donde los participantes tomaron vino (250 mL/día, durante 4 semanas). Las muestras de los participantes de este grupo se clasificaron en función de su capacidad para metabolizar los polifenoles del vino en: metabolizadores bajos (4), medios (6) y altos (4).

Los resultados de los análisis indicaron que la respuesta metabólica al consumo moderado y regular de vino tinto dependía de la capacidad de los participantes para metabolizar los polifenoles del vino. En cuanto a la diversidad de bacterias en la microbiota, los investigadores no pudieron definir cuál era el efecto del consumo de vino en la cantidad de tipos de bacterias diferentes en una muestra, pero sí observaron que el consumo de vino hacía que la microbiota de los participantes fuese más similar entre sí, independientemente de la capacidad de cada uno para metabolizar los polifenoles del vino.

También se observó que en las muestras de los participantes que bebían vino había una mayor concentración de ácidos grasos de cadena corta, que se han relacionado con efectos beneficiosos. Y que en los participantes categorizados como “metabolizadores altos” la cantidad de especies bacterianas que habitualmente se han relacionado con una mejor salud intestinal aumentaba tras la ingesta moderada de vino.

Además, a partir de este estudio los investigadores identificaron varios compuestos derivados del metabolismo microbiano de los polifenoles que podrían ser utilizados como biomarcadores del consumo de vino.

Este estudio sugiere que, dado que la capacidad para metabolizar los polifenoles del vino varía entre personas, y que su consumo influye en la salud gastrointestinal, esta información se debería considerar a la hora de establecer programas de nutrición personalizada.