Estudios científicos

Beer, wine, and spirits differentially influence body composition in older white adults–a United Kingdom Biobank study

Abstract:

BACKGROUND: Aging is characterized by body composition alterations, including increased visceral adiposity accumulation and bone loss. Alcohol consumption may partially drive these alterations, but findings are mixed. This study primarily aimed to investigate whether different alcohol types (beer/cider, red wine, white wine/ Champagne, spirits) differentially associated with body composition.
METHODS: The longitudinal UK Biobank study leveraged 1869 White participants (40–80 years; 59% male). Participants self‐reported demographic, alcohol/dietary consumption, and lifestyle factors using a touchscreen questionnaire. Anthropo- metrics and serum for proteomics were collected. Body composition was obtained via dual‐energy X‐ray absorptiometry. Structural equation modeling was used to probe direct/indirect associations between alcohol types, cardiometabolic bio- markers, and body composition.
RESULTS: Greater beer/spirit consumptions were associated with greater visceral adiposity (β = 0.069, p < 0.001 and β = 0.014, p < 0.001, respectively), which was driven by dyslipidemia and insulin resistance. In contrast, drinking more red wine was associated with less visceral adipose mass (β = −0.023, p < 0.001), which was driven by reduced inflammation and elevated high‐density lipoproteins. White wine consumption predicted greater bone density (β = 0.051, p < 0.005).
DISCUSSION: Beer/spirits may partially contribute to the “empty calorie” hypoth- esis related to adipogenesis, while red wine may help protect against adipogenesis due to anti‐inflammatory/eulipidemic effects. Furthermore, white wine may benefit bone health in older White adults.

Comentarios divulgativos:

Durante el envejecimiento se producen cambios en la composición corporal, algunos de ellos, el incremento del tejido adiposo visceral o la pérdida de masa muscular, que pueden llegar a ser perjudiciales para la salud. Parece que el consumo de bebidas influye en estos cambios, sin embargo, no está claro si todas las clases de bebidas lo hacen del mismo modo.

Este estudio investiga si todos los tipos de bebidas se asocian del mismo modo con la composición corporal. Aanalizó datos de 1.869 participantes de la cohorte del UK Biobank: ciudadanos blancos, bebedores, de origen británico con una media de 65 años. Los participantes informaron sobre sus datos sociodemográficos y su patrón de consumo (autorreportado), también se analizó su composición corporal mediante absorciometría de rayos X de energía dual (DEXA) y se determinaron biomarcadores de salud.

Se clasificó a los participantes según su bebida de preferencia, es decir, aquella que contribuye más del 75% al total de alcohol consumido, en bebedores de vino tinto, de vino blanco, bebedores de vino “mixtos”, de cerveza, de bebidas espirituosas o sin una preferencia concreta.

A nivel estadístico, se analizó si hay asociaciones significativas entre el consumo de un tipo de bebida concreta y la composición corporal, y también se trató de evaluar que variables podrían ser responsables de estas asociaciones.

Los resultados de esta investigación indican, que sí hay diferencias significativas en la asociación entre el consumo de distintos tipos de bebidas y la composición corporal.

El principal resultado del estudio es que la cantidad de tejido adiposo visceral se asociaba negativamente con el consumo preferente de vino tinto. Es decir, en este estudio, era más probable que los participantes que bebían vino tinto tuviesen menos tejido adiposo visceral, mientras que los participantes que bebían preferentemente otras bebidas tenían una mayor cantidad de tejido adiposo visceral. No obstante, cabe señalar que al tratarse de un estudio observacional los investigadores no podían concluir que hubiese una relación de causalidad, es decir, que el consumo de un tipo de bebida concreto aumentase o redujese la cantidad de tejido adiposo.