Estudios científicos

Cardioprotective effect of red wine and grape pomace.

Abstract:

Several studies have related moderate consumption of red wine with prevention of cardiovascular diseases (CVD). According to epidemiological studies, those regions with high consumption of red wine and a Mediterranean diet show a low prevalence of CVD. Such an effect has been attributed to phenolic compounds present in red wines. On the other hand, by-products obtained during winemaking are also a significant source of phenolic compounds but have been otherwise overlooked. The cardioprotective effect of red wine and its byproducts is related to their ability to prevent platelet aggregation, modify the lipid profile, and promote vasorelaxation. Phenolic content and profile seem to play an important role in these beneficial effects. Inhibition of platelet aggregation is dose-dependent and more efficient against ADP. The antioxidant capacity of phenolic compounds from red wine and its by-products, is involved in preventing the generation of ROS and the modification of the lipid profile, to prevent LDL oxidation. Phenolic compounds can also, modulate the activity of specific enzymes to promote NO production and vasorelaxation. Specific phenolic compounds like resveratrol are related to promote NO, and quercetin to inhibit platelet aggregation. Nevertheless, concentration that causes those effects is far from that in red wines. Synergic and additive effects of a mix of phenolic compounds could explain the cardioprotective effects of red wine and its byproducts.

Comentarios divulgativos:

El propósito de este artículo es discutir los efectos del vino y el orujo de uva en la salud cardiovascular. Según estudios epidemiológicos, la prevalencia de enfermedad cardiovascular es menor en las zonas con mayor consumo de vino tinto y hábitos alimentarios mediterráneos. Este efecto se atribuye a los compuestos fenólicos presentes en el vino tinto.

El contenido y la composición de fenoles en el vino y el orujo de uva depende de varios factores, como el área de cultivo, el clima, el suelo, la variedad de uva y el proceso de vinificación. Los compuestos fenólicos se pueden dividir en dos categorías, flavonoides y no flavonoides. Los principales compuestos fenólicos del vino, de tipo no flavonoide son el ácido gálico, el ácido cafeico, el ácido p-cumárico y el resveratrol. Y de tipo flavonoide, la miricetina, la quercetina, la cianidina, la malvidina, las catequinas y la procianidina B1.

La relación entre los polifenoles del vino tinto y la salud cardiovascular ha sido evaluada en múltiples estudios. Su efecto parece estar relacionado con la inhibición de la agregación plaquetaria, con la disminución de la oxidación del colesterol LDL, con la disminución de la síntesis de endotelina, una proteína con efecto vasoconstrictor, y también con el aumento de la expresión y actividad del enzima óxido nítrico sintasa endotelial (eNOS), que regula la función del vaso sanguíneo. Algunos resultados sugieren que el vino tinto podría regular los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre.

Por otro lado, el orujo de uva tiene un contenido de polifenoles más alto que el vino tinto. Sin embargo, existen pocos estudios sobre su efecto a nivel cardiovascular.

De cara al futuro, es necesario investigar con mayor detalle, las cantidades a las que se producen estos efectos sobre la salud cardiovascular. También, si el hecho de encontrarse en una matriz compleja, como es el vino, puede dar lugar a interacciones que produzcan sinergias positivas que expliquen sus efectos. Y conocer los mecanismos por los cuales los compuestos fenólicos del vino tinto y el orujo de uva pueden prevenir la enfermedad cardiovascular.