Estudios científicos

Drink types unmask the health risks associated with alcohol intake – Prospective evidence from the general population.

Abstract:

Background & aims: Uncertainty still exists on the impact of low to moderate consumption of different drink types on population health. We therefore investigated the associations of different drink types in the form of beer/cider, champagne/white wine, red wine and spirits with various health outcomes.

Methods: Over 500,000 participants were recruited to the UK Biobank cohort. Alcohol consumption was self-reported as pints beer/cider, glasses champagne/white wine, glasses of red wine, and measures of spirits per week. We followed health outcomes for a median of 7.02 years and reported all-cause mortality, cardiovascular events, ischemic heart disease, cerebrovascular events, and cancer.

Results: In continuous analysis after excluding non-drinkers, beer/cider and spirits intake associated with an increased risk for all-cause mortality (beer/cider: hazard ratio, 1.56; 95% confidence interval, 1.45-1.68; spirits: 1.47; 1.35-1.60), cardiovascular events (beer/cider: 1.25; 1.17-1.33; spirits: 1.25; 1.16-1.36), ischemic heart disease (beer/cider:1.12; 0.99-1.26 [P = 0.056]; spirits: 1.17; 1.02-1.35), cerebrovascular disease (beer/cider: 1.63; 1.32-2.02; spirits: 1.59; 1.25-2.02) and cancer (beer/cider: 1.14; 1.05-1.24; spirits: 1.14; 1.03-1.26), while both champagne/white wine and red wine associated with a decreased risk for ischemic heart disease only (champagne/white wine: 0.84; 0.72-0.98; red wine: 0.88; 0.77-0.99).

Conclusions: Our findings do not support the notion that alcohol from any drink type is beneficial to health. Consuming low levels of beer/cider and spirits already associated with an increased risk for all health outcomes, while wine showed opposite protective relationships only with ischemic heart disease.

Comentarios divulgativos:

Muchos estudios analizan la relación entre el consumo y la salud, pero no tienen en cuenta el tipo de bebida consumida. En esta investigación los autores evalúan la relación entre el consumo de vino espumoso/vino blanco, vino tinto u otras bebidas y el riesgo de mortalidad general, de enfermedades cardiovasculares o cáncer. Este estudio también tiene como novedad que utiliza como grupo de referencia para hacer las comparaciones aquellos bebedores que no consumen la bebida estudiada.

En este estudio de cohortes se valoró la salud y el consumo de 446.439 voluntarios de Reino Unido (the UK Biobank cohort), sanos al inicio del estudio, a los que se siguió una media de 7,02 años. Para ello los participantes rellenaron cuestionarios informando sobre su consumo de vino espumoso/vino blanco, vino tinto u otras bebidas, sobre su estilo de vida, situación socioeconómica y tuvieron una entrevista con un profesional sanitario, para conocer su estado de salud. Se excluyó del análisis estadístico a aquellas personas que no eran bebedoras o que eran ex- bebedoras.

Los participantes tenían entre 40 y 69 años de edad y aproximadamente la mitad eran mujeres. Los resultados mostraron que los consumidores de vino blanco/vino espumoso y de vino tinto tenían un menor riesgo de enfermedades isquémicas cardiacas. El consumo de vino blanco/espumoso o vino tinto, entre 1 y 21 copas a la semana, reducía el riesgo de mortalidad por todas las causas, de eventos cardiovasculares y de enfermedad isquémica del corazón, y el vino tinto también de enfermedades cerebrovasculares, en comparación con los bebedores de otras bebidas.

Estos resultados muestran que el consumo de vino se asocia con un menor riesgo de enfermedades isquémicas del corazón, y un consumo de hasta 21 copas a la semana con un menor riesgo de mortalidad general, de eventos cardiovasculares y enfermedad isquémica cardiaca, en comparación con el consumo de otras bebidas. Los polifenoles del vino podrían ser responsable de este efecto «protector”.