Estudios científicos

Grapes and their derivatives in modulation of cognitive decline: a critical review of epidemiological and randomized-controlled trials in humans.

Abstract:

With an increase in life expectancy, the incidence of chronic degenerative pathologies such as dementia has progressively risen. Cognitive impairment leads to the gradual loss of skills, which results in substantial personal and financial cost at the individual and societal levels. Grapes and wines are rich in healthy compounds, which may help to maintain homeostasis and reduce the risk of several chronic illnesses, including dementia. This review analyzed papers that were systematically searched in PubMed, MEDLINE, Embase, and CAB-Abstract, using the association between grapes (or their derivatives) and their effects on cognitive functions in humans. Analysis was restricted to epidemiological and randomized-controlled studies. Consumption of grape juice (200-500 mL/day) and/or light-to-moderate wine (one to four glasses/day) was generally associated with improved cognitive performance, while the results for other alcoholic beverages were controversial and inconclusive. Bioactive molecules contained in grapes and wine were also considered, with particular attention paid to resveratrol. Due to the relatively high doses required (150-1000 mg/day) for bioactivity coupled with its low bioavailability, resveratrol is only one of the possible grape-derived compounds that may partly underpin the beneficial effects of grapes on the central nervous system.

Comentarios divulgativos:

¿Pueden las uvas, el vino o sus componentes influir en la salud mental y retrasar el declive cognitivo asociado al envejecimiento? Esta revisión repasa los últimos estudios científicos realizados en humanos para tratar de conocer cuál es la respuesta. A medida que incrementa la esperanza de vida poblacional también aumenta la aparición de enfermedades crónicas degenerativas, incluidas aquellas que afectan a la función cognitiva. Este tipo de enfermedades tienen un importante impacto a nivel individual y social. Los tratamientos disponibles en la actualidad son limitados.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que para prevenir su desarrollo es importante mantener un estilo de vida saludable desde edades tempranas, prestando especial atención a la alimentación y el ejercicio físico. Con la dieta además de obtener los nutrientes y energía que necesita el organismo, también ingerimos compuestos que pueden tener un efecto sobre la salud, en algunos casos beneficioso. Los alimentos de origen vegetal, como las frutas o el vino, son una buena fuente de compuestos fenólicos, se piensa que este tipo de compuestos podrían prevenir el avance del deterioro cognitivo asociado a la edad. Los autores de esta revisión científica observaron que el consumo de uvas, y de zumo de uvas a diario tenía un efecto positivo en la función cognitiva. Estos alimentos conservan sus propiedades beneficiosas si durante su elaboración no se someten a altas temperaturas.

En cuanto al vino, los estudios disponibles sobre su efecto a nivel cognitivo son observacionales. Sus resultados son positivos, un consumo bajo o moderado de vino (1-4 copas/día) se relacionan con un menor desarrollo de demencia y deterioro cognitivo en personas mayores, en comparación con los abstemios. En general, los estudios muestran que el vino tiene un efecto más positivo que otras bebidas.

Las investigaciones que analizan el efecto de los compuestos polifenólicos del vino y las uvas, también observan un efecto beneficioso. El resveratrol ha sido el compuesto más estudiado. Sin embargo, las cantidades utilizadas en los estudios son elevadas y superan en gran medida las cantidades presentes en los alimentos, esto es debido a su baja biodisponibilidad, es decir, la capacidad del organismo para absorberlo es reducida.

La mayoría de los estudios científicos que analizan el efecto del consumo de vino, las uvas o el mosto en la salud mental observan un efecto beneficioso. Este efecto parece estar relacionado con su contenido en compuestos polifenólicos. Los autores indican que estos resultados son prometedores, y de cara al futuro sería necesario disponer de nuevos estudios de calidad que corroboren estos efectos.