Estudios científicos
Mediterranean diet as medical prescription in menopausal women with obesity: a practical guide for nutritionists.
Abstract:
Menopausal transition is associated with weight gain and increased visceral fat distribution, which acts as an endocrine organ secreting the pro-inflammatory adipocytokines, which leads to metabolic disorders typical of menopause, including type 2 diabetes and cardiovascular diseases. Given the increasing number of aging population, the nutritional strategies to prevent obesity and obesity-related diseases in menopausal women is becoming a growing need and it should be one of the main objective for Nutritionists. The Mediterranean diet is characterized from foods with anti-inflammatory and antioxidant actions, such as extra-virgin olive oil, vegetables, fruits, legumes, nuts, red wine, and whole-grain cereals. Several evidences showed that the Mediterranean diet acts on both weight control and menopause, in addition to the known effects of the Mediterranean diet on cardiovascular and metabolic diseases. The Mediterranean diet is comparable with pharmacological interventions in terms of reducing the risk of obesity and cardiovascular and metabolic events. Considering that there are no specific dietary guidelines to manage weight in menopause, the aim of this review is to provide a nutritional guideline for the management of weight in menopause, particularly focusing on the Mediterranean diet.
Comentarios divulgativos:
Este artículo científico trata sobre el abordaje dietoterapéutico de la menopausia poniendo el foco en la utilidad de la Dieta Mediterránea, que incluye aceite de oliva, cereales integrales, frutas y hortalizas, frutos secos, un consumo moderado de pescado y lácteos y bajo de carne roja, huevos y dulces. Y que también puede incluir el consumo moderado de vino junto con la comida, no más de 1 copa al día.
Tras 12 meses sin la menstruación (amenorrea) se puede diagnosticar la menopausia. Hasta este momento, durante la premenopausia o transición menopáusica, se producen cambios en el organismo, periodos de irregularidades menstruales y síntomas relacionados con la ausencia de estrógenos y otras hormonas: ej. sofocos, dificultades para conciliar el sueño, sequedad vaginal, cambios de humor. Los estrógenos también participan en la regulación del control de la ingesta, a nivel cerebral, inhibiendo la sensación de hambre y su déficit hace que se incremente la sensación de apetito. La menopausia suele asociarse con un aumento del peso y con cambios en la composición corporal, mayor acúmulo de grasa a nivel abdominal y menor masa muscular. Lo que da lugar a un incremento significativo del riesgo de desarrollar enfermedades cardiometabólicas.
Para mejorar su pronóstico es clave mantener un estilo de vida saludable, prestando especial atención a la actividad física y la dieta. La Dieta Mediterránea es rica en compuestos antioxidantes y fibra (~25 g/día) y diversos estudios científicos la han relacionado con mejoras en el riesgo cardiometabólico, en el control del peso y de otros síntomas asociados a la menopausia. Tradicionalmente se compone de tres comidas principales (desayuno, comida, cena) y dos ingestas intermedias (media mañana y merienda): aporta aproximadamente el ~30% de la energía en forma de grasas, en su mayoría saludables, mono y poliinsaturadas (~24%), en torno al 15% en forma de proteínas y el resto en forma de carbohidratos, que se obtienen preferentemente a partir de los cereales integrales, las frutas, verduras y las legumbres.
Los autores señalan que el efecto de una Dieta Mediterránea saludable puede ser comparable al de otras intervenciones farmacológicas orientadas al tratamiento de la obesidad y a minimizar el riesgo de enfermedades cardiometabólicas.