Estudios científicos

Mediterranean Diet Nutrients to Turn the Tide against Insulin Resistance and Related Diseases.

Abstract:

Insulin resistance (IR), defined as an attenuated biological response to circulating insulin, is a fundamental defect in obesity and type 2 diabetes (T2D), and is also linked to a wide spectrum of pathological conditions, such as non-alcoholic fatty liver disease (NAFLD), cognitive impairment, endothelial dysfunction, chronic kidney disease (CKD), polycystic ovary syndrome (PCOS), and some endocrine tumors, including breast cancer. In obesity, the unbalanced production of pro- and anti-inflammatory adipocytokines can lead to the development of IR and its related metabolic complications, which are potentially reversible through weight-loss programs. The Mediterranean diet (MedDiet), characterized by high consumption of extra-virgin olive oil (EVOO), nuts, red wine, vegetables and other polyphenol-rich elements, has proved to be associated with greater improvement of IR in obese individuals, when compared to other nutritional interventions. Also, recent studies in either experimental animal models or in humans, have shown encouraging results for insulin-sensitizing nutritional supplements derived from MedDiet food sources in the modulation of pathognomonic traits of certain IR-related conditions, including polyunsaturated fatty acids from olive oil and seeds, anthocyanins from purple vegetables and fruits, resveratrol from grapes, and the EVOO-derived, oleacein. Although the pharmacological properties and clinical uses of these functional nutrients are still under investigation, the molecular mechanism(s) underlying the metabolic benefits appear to be compound-specific and, in some cases, point to a role in gene expression through an involvement of the nuclear high-mobility group A1 (HMGA1) protein.

Comentarios divulgativos:

Muchas de las enfermedades más frecuentes hoy en día, como la obesidad o la diabetes tipo 2, tienen en común la resistencia a la insulina, es decir, una respuesta atenuada o reducida a la insulina, una hormona presente en la sangre, cuya desregulación altera el control de múltiples procesos fisiológicos. La aparición de la resistencia a la insulina tiene que ver con procesos proinflamatorios, especialmente en la obesidad. Sin embargo, hay investigaciones que muestran cómo la Dieta Mediterránea puede prevenir o mejorar su pronóstico.

La Dieta Mediterránea se caracteriza por la presencia de alimentos de origen vegetal, ricos en compuestos polifenólicos, con un efecto beneficioso para la salud, como hortalizas y frutas, frutos secos, cereales y legumbres. En este patrón alimentario el aceite de oliva virgen extra es la principal fuente de grasa, y también incluye un consumo moderado de lácteos y pescados, así como de vino siempre junto con las comidas. Actualmente se está investigando cómo la Dieta Mediterránea ejerce su efecto protector, se han identificado diversos compuestos bioactivos, como las antocianinas y el resveratrol, presentes en las uvas y el vino y se está comprendiendo cómo funcionan. Algunos de los resultados disponibles indican que podrían regular la expresión génica.

Utilizando información de más de 312.000 personas, un metanálisis de estudios observacionales, encontró que quienes consumían más flavonoides, un grupo defitoquímicos presente en los vegetales, tenían un 11% menos de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Por cada incremento de 300 mg al día de flavonoides, el riesgo de diabetes tipo 2 disminuía un 5%. Concretamente los flavonoides que parecían tener un efecto más protector eran: las antocianinas, los flavan-3-oles, los flavonoles y las isoflavonas.

El resveratrol, presente en el vino y en otros frutos rojos, también se ha relacionado con la mejora de la sintomatología del síndrome de ovario poliquístico, disminuyendo el hiperandrogenismo, es decir, los niveles excesivos de andrógenos, un tipo de hormona sexual, cuya función principal es estimular el desarrollo de los caracteres sexuales masculinos.