Estudios científicos
Red Versus White Wine as a Nutritional Aromatase Inhibitor in Premenopausal Women
Abstract:
Abstract Background: An increased risk of breast cancer is associated with alcohol consumption; however, it is controversial whether red wine increases this risk. Aromatase inhibitors (AIs) prevent the conversion of androgens to estrogen and occur naturally in grapes, grape juice, and red, but not white wine. We tested whether red wine is a nutritional AI in premenopausal women. Methods: In a cross-over design, 36 women (mean age [SD], 36 [8] years) were assigned to 8 ounces (237 mL) of red wine daily then white wine for 1 month each, or the reverse. Blood was collected twice during the menstrual cycle for measurement of estradiol (E2), estrone (E1), androstenedione (A), total and free testosterone (T), sex hormone binding globulin (SHBG), luteinizing hormone (LH), and follicle stimulating hormone (FSH). Results: Red wine demonstrated higher free T vs. white wine (mean difference 0.64 pg/mL [0.2 SE], p=0.009) and lower SHBG (mean difference -5.0 nmol/L [1.9 SE], p=0.007). E2 levels were lower in red vs. white wine but not statistically significant. LH was significantly higher in red vs. white wine (mean difference 2.3 mIU/mL [1.3 SE], p=0.027); however, FSH was not. Conclusion: Red wine is associated with significantly higher free T and lower SHBG levels, as well as a significant higher LH level vs. white wine in healthy premenopausal women. These data suggest that red wine is a nutritional AI and may explain the observation that red wine does not appear to increase breast cancer risk.
Comentarios divulgativos:
Antecedentes:
Se asocia el aumento del riesgo de padecer cáncer de mama con el consumo de alcohol. Sin embargo, es controvertido que el vino tinto aumente este riesgo. Los inhibidores de la aromatasa (IA) impiden la conversión de andrógenos a estrógenos y se producen de forma natural en las uvas, el mosto, el vino tinto pero no en el vino blanco. Pusimos a prueba si el vino tinto es un inhibidor de la aromatasa (AI) en mujeres premenopáusicas.
Métodos:
En un diseño cruzado a 36 mujeres (de edad media [SE], 36 [8] años) les fueron asignadas 8 onzas (237 ml) de vino tinto al día y después vino blanco durante 1 mes cada uno o a la inversa. Se extrajo sangre en dos ocasiones durante el ciclo menstrual para la medición del estradiol (E2), estrona (E1), androstenediona (A), testosterona libre y total (T), globulina (SHBG), hormona luterinizante (LH) y hormona estimulante del folículo (FSH).
Resultados:
Para el vino tinto se demostró mayor T que para el vino blanco (diferencia media 0,64 pg / mL [0.2 SE], p = 0,009) y menor SHBG (diferencia de medias -5,0 nmol / L [1.9 SE], p = 0,007). Los niveles de E2 fueron más bajos en el vino tinto que en el blanco, pero no de manera estadísticamente significativa. La LH fue significativamente mayor en el vino tinto frente al blanco (diferencia media 2,3 mUI / mL [1.3 SE], p = 0,027), sin embargo para la FSH no fue así.
Conclusión:
El vino tinto se asocia significativamente con una mayor proporción libre de T y menores niveles de SHBG, así como un nivel mayor significativo de LH frente al vino blanco en las mujeres premenopáusicas sanas. Estos datos sugieren que el vino tinto es un AI nutricional y esto puede explicar la observación de que el vino tinto no parece aumentar el riesgo de cáncer de mama.
El estudio se centra en comparar el nivel de hormonas importantes en el consumo diario de vino blanco y tinto por parte de un grupo de personas, para ver si ese consumo quedaba asociado a los cambios hormonales que se ralacionan con la reducción del cáncer de mama. Lo que descubrieron los investigadores, encabezados por el doctor Glenn Braunstein, del Cedars-Sinai Research Institute de Estados Unidos, es que el consumo de vino tinto está asociado a cambios hormonales como el aumento de la testosterona libre y la disminución de la hormonas del sexo femenino.