Estudios científicos

The effects of consumption of organic and nonorganic red wine on low-density lipoprotein oxidation and antioxidant capacity in humans

Abstract:

It is known that moderate red wine consumption can reduce the risk of cardiovascular disease. The protective effects of wine have been attributed to phenolic compounds that are efficient scavengers of free radicals and breakers of lipid peroxidative chain reactions. Besides antioxidant activity, phenols also have anti-inflammatory effects and may protect low-density lipoproteins (LDL) against oxidative modification. The aim of this study was to determine the effects of the so-called “organic” wines (i.e., those that are produced from genetically nonmodified grapes and without fertilization) and “nonorganic” red wines (i.e., those that are produced in a conventional manner) on LDL oxidation, antioxidant activity, and other antioxidant enzymes such as catalase and superoxide dismutase. Male subjects (n = 6) drank 200 mL and female subjects drank (n = 2) 100 mL of red wine (the so-called organic wine) wine, and after 6 weeks the experiment was repeated with the nonorganic red wine. Blood samples were obtained at baseline and after 60 and 360 minutes. Total phenol, erythrocyte superoxide dismutase (e-SOD), erythrocyte catalase (e-CAT), erythrocyte thiobarbituric acid reactive substances (eTBARS), serum total antioxidant activity (AOA), LDL-TBARS, and Cu-stimulated LDL-TBARS levels were determined. Although the Cabernet Sauvignon wine caused a significant increase in eSOD activity during hour 1 (P = 0.046) and hour 6 (P = 0.028) of the experiment compared to the baseline levels, it led to an insignificant increase in eCAT activity in hour 1 (P = 0.08) and hour 6 (P = 0.069). There was no significant difference between two types of wines with respect to LDL-TBARS blood levels, and only the nonorganic wine led to a decrease in Cu-stimulated LDL-TBARS. There were noteworthy differences in the alcohol and phenol content of the organic and nonorganic wines.

Comentarios divulgativos:

Se sabe que el consumo moderado de vino tinto puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Los efectos protectores del vino se han atribuido a los compuestos fenólicos que eliminan radicales libres y participan de las reacciones de los lípidos de la cadena peroxidativa. Además de la actividad antioxidante, los fenoles también tienen efectos anti-inflamatorios y protegen las lipoproteínas de baja densidad (LDL) contra la modificación oxidativa. El objetivo de este estudio fue determinar los efectos de los llamados "vinos orgánicos" (es decir, aquellos que son producidos a partir de uvas genéticamente no modificadas y sin fertilización) y "vinos no orgánicos (es decir, aquellos que se producen de una manera convencional) midiendo la oxidación de LDL, la actividad antioxidante, y otras enzimas antioxidantes como la catalasa y la superóxido dismutasa. Los sujetos masculinos (n = 6) bebieron200 ml y los sujetos de sexo femenino (n = 2) 100 ml de vino tinto (del vino denominado orgánico), después de 6 semanas se repitió el experimento con el vino tinto no orgánico. Se obtuvieron muestras sanguíneas al inicio y después de 60 y 360 minutos. Se midió la cantidad total de polofenoles, superóxido dismutasa de los eritrocitos (e-SOD), la catalasa eritrocitaria (e-CAT), sustancias reactivas al ácido tiobarbitúrico de los eritrocitos (eTBARS), la actividad sérica antioxidante total (AOA), LDL-TBARS, y el Cu-estimulado por los niveles de LDL-TBARS. Aunque el vino Cabernet Sauvignon causó un aumento significativo de la actividad eSOD durante la hora 1 (P = 0,046) y 6 horas (P = 0,028) después del experimento en comparación con los niveles de referencia dio lugar a un aumento no significativo en la actividad ECAT en 1 hora (P = 0,08) y 6 horas (P = 0,069). No hubo diferencias significativas entre los dos tipos de vinos con respecto a los niveles en sangre de LDL-TBARS, y sólo el vino no orgánico provocó una disminución en el Cu-estimulado por TBARS-LDL. Hubo diferencias notables en el alcohol y el contenido de fenoles de los vinos orgánicos y no orgánicos.

Se sabe que el consumo moderado de vino tinto puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Los efectos protectores del vino se han atribuido a los compuestos fenólicos. En este estudio se compara la actividad antioxidante de los vinos convencionales y los vinos producidos con métodos ecológicos analizando en un grupo de personas diferentes parámetros en la sangre tras la ingesta de estos vinos. La mayor diferencia estriba en los contenidos de alcohol y fenoles sin haber diferencias significativas para otros parámetros sanguíneos.