Estudios científicos

The Plant-Derived Compound Resveratrol in Brain Cancer: A Review

Abstract:

Despite intensive research, malignant brain tumors are among the most difficult to treat due to high resistance to conventional therapeutic approaches. High-grade malignant gliomas, including glioblastoma and anaplastic astrocytoma, are among the most devastating and rapidly growing cancers. Despite the ability of standard treatment agents to achieve therapeutic concentrations in the brain, malignant gliomas are often resistant to alkylating agents. Resveratrol is a plant polyphenol occurring in nuts, berries, grapes, and red wine. Resveratrol crosses the blood‒brain barrier and may influence the central nervous system. Moreover, it influences the enzyme isocitrate dehydrogenase and, more importantly, the resistance to standard treatment via various mechanisms, such as O6-methylguanine methyltransferase. This review summarizes the anticancer effects of resveratrol in various types of brain cancer. Several in vitro and in vivo studies have presented promising results; however, further clinical research is necessary to prove the therapeutic efficacy of resveratrol in brain cancer treatment.

Comentarios divulgativos:

Los tumores malignos cerebrales son uno de los tipos de cáncer más complejos de tratar, tienen una alta resistencia a los tratamientos terapéuticos utilizados, por lo que continuamente se está investigando para lograr nuevas estrategias farmacológicas. El resveratrol es un compuesto del grupo de los polifenoles, presente en el vino tinto, las uvas, los frutos secos y los frutos del bosque, y es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica. En esta revisión los autores repasan la evidencia científica disponible sobre el efecto anticancerígeno del resveratrol en diferentes tipos de cáncer cerebral.
Una de las principales limitaciones del resveratrol es su baja biodisponibilidad, y su rápido metabolismo. En el organismo tiene una vida media corta, de 8-14 minutos, aunque los compuestos que se forman a partir de él pueden permanecer en el organismo más tiempo, unas 9,2 horas. En sangre el resveratrol circula unido a otras moléculas, como la albúmina o las lipoproteínas (HDL, LDL, VLDL). Y puede a travesar la membrana celular mediante difusión pasiva o bien a través de canales de iones. Se ha observado que puede acumularse en tejidos como el intestino, el estómago o el tejido mamario, sin embargo, no está claro si también puede encontrarse en el tejido encefálico. Para mejorar su biodisponibilidad se están desarrollando tecnologías de nanoencapsulación, con resultados prometedores. Y es necesario realizar estudios que permitan conocer las dosis de resveratrol óptimas, de manera que se eviten posibles efectos adversos.
El resveratrol puede atravesar la barrera hematoencefálica que protege al cerebro. Esta capacidad se ha relacionado con un efecto protector frente a procesos isquémicos, y aunque el mecanismo de acción no ha sido totalmente definido parece estar relacionado con la regulación de vías que regulan procesos de inflamación. En el caso del cáncer cerebral no está clara cuál es la interacción entre el resveratrol, la barrera hematoencefálica y la terapia antitumoral utilizada. Estudios han observado que el resveratrol podría disminuir los efectos adversos producidos por el tratamiento quimioterápico y mejorar su efectividad. Asimismo, hay resultados que señalan una menor resistencia a tratamientos multifármaco, de modo que podría actuar incrementando la sensibilidad de las células cancerosas a la quimioterapia, también existen resultados equivalentes en el caso de la radioterapia.
Los mecanismos por lo que ejercería su efecto no han sido definidos, pero se piensa que tienen relación con su actividad antiproliferativa, proapoptótica y antiinflamatoria. Estudios con modelos animales de cáncer cerebral (glioma) han observado que el resveratrol puede suprimir el crecimiento tumoral e incrementar la supervivencia. El resveratrol también parece regular la expresión génica y podría inhibir la proliferación celular a través de la activación del mecanismo de senescencia, en el que la célula deja de dividirse pero no muere. Asimismo, el resveratrol podría actuar mediante mecanismos epigenéticos (inhibición de histonas desacetilasas), modificando la estructura y morfología celular y regulando la actividad de genes supresores de tumores como el p53 y las proteínas STAT (Signal Transducer and Activator of Transcription), que transmiten señales entre la célula y el núcleo y activan procesos de transcripción genética, entre los que se encuentran genes relacionados con la supervivencia celular, crecimiento de vasos sanguíneos, progresión del ciclo celular, entre otros.
Los estudios in vitro e in vivo publicados muestran resultados prometedores, no obstante, aún quedan muchos detalles por conocer sobre la relación entre el resveratrol y el cáncer cerebral. Es necesario desarrollar estrategias que permitan mejorar sus propiedades: mejora de biodisponibilidad. Y son imprescindibles estudios en humanos que verifiquen su efectividad y seguridad.