El vino es compatible con un estilo de vida saludable

7 de diciembre de 2021

El vino es una bebida milenaria, tiene multitud de propiedades beneficiosas para nuestra salud solo si consume con moderación, gracias a compuestos naturales como el resveratrol.

Durante mucho tiempo el vino se ha asociado con diferentes beneficios para la salud cuando este se consume con moderación, y sus propiedades antioxidantes juegan un papel relevante en la prevención de algunas enfermedades. Los beneficios del vino tienen su origen en un grupo de compuestos llamados polifenoles, unos buenísimos antioxidantes naturales, ya que previenen el deterioro de células que conlleva un mayor riesgo de cáncer o enfermedades del corazón.

Una alimentación rica en polifenoles puede ser un valor añadido para la prevención de enfermedades crónicas y para la protección de la salud. Según el portavoz científico de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN), Ramón Estruch, el consumo de polifenoles, a través de los alimentos que los contienen, podría ser un mecanismo potencial para la prevención de alteraciones cardiovasculares. Esto se debe a que los polifenoles presentes en el vino contribuyen a proteger contra estas enfermedades, ya que su capacidad antioxidante aumenta el colesterol saludable para el corazón y mantienen el sistema inmune fuerte.

Entre estos polifenoles, está el resveratrol, un componente que algunas plantas generan como defensa ante factores externos y que además de en la uva, también está presente en los cacahuetes, en las moras o arándanos.

En este sentido, el vino y el resveratrol están íntimamente relacionados. Este componente es una fitoalexina que forma parte de la familia de los flavonoides, un grupo de fitonutrientes que se descubrió hace tan solo 50 años. Desde entonces, ha despertado una gran curiosidad entre la comunidad científica, ya que se le asocian diversas propiedades muy beneficiosas para el ser humano.

Es antioxidante

El resveratrol es capaz de neutralizar el daño que producen radicales libres, lo que se traduce en una ralentización del proceso de envejecimiento. Además, también previene o reduce la aparición y desarrollo de enfermedades crónicas.

Es antiinflamatorio

Por otro lado, el resveratrol inhibe la función de las ciclooxigenasas, unas enzimas responsables de la transformación del ácido araquidónico en sustancias proinflamatorias que estimulan el desarrollo de células tumorales.

Reduce el riesgo de sufrir un infarto

Gracias a su capacidad anticoagulante, el resveratrol reduce las posibilidades de tener un trombo o un coágulo en las venas y, en consecuencia, de sufrir un ictus o un ataque al corazón.

 

Por si lo anterior fuera poco, este componente puede servir para tratar la osteoporosis, la degeneración macular, el colesterol y los triglicéridosdesequilibrios hormonalesartritis reumatoide o, incluso, la cicatrización de heridas.

El Centro para la Investigación de la Diabetes de Leibniz (Alemania) respalda la relación entre consumo moderado de vino y el riesgo de padecer diabetes, al haber revisado 23 metaanálisis internacionales diferentes sobre patrones alimentarios y esta enfermedad. Esta revisión fue publicada por la prestigiosa revista científica Bristish Medical Journal (BMJ) y explica que un consumo moderado de vino, en el marco de una alimentación sana y equilibrada, se asocia con una reducción del 17 % en el riesgo de diabetes de tipo 2. [1]

También ayuda a mejorar algunas funciones cerebrales: el grupo de investigación de Neuroquímica de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) capitaneado por la Dra. Mairena Martín, Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Castilla-La Mancha ha demostrado que el resveratrol podría tener un efecto neuroprotector frente a enfermedades neurodegenerativas, como la de Alzhéimer. [2] [3]