En el contexto de la Dieta Mediterránea y como parte de un estilo de vida saludable no existe un mayor riesgo de cáncer como resultado de un consumo moderado de vino

26 de enero de 2022

De hecho, las investigaciones indican que beber vino con moderación, con las comidas, puede conducir a una mayor esperanza de vida y una menor incidencia de enfermedades importantes como enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer.

En el marco de la presentación por parte de la Comisión Europea del borrador del ‘Plan Europeo para Derrotar al Cáncer’, en el que se hace mención, entre otras, a la reducción del consumo nocivo de alcohol como una de las medidas a desarrollar, desde la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN), queremos destacar que compartimos plenamente el objetivo de combatir el consumo abusivo de alcohol y sus efectos perjudiciales.

El comité científico de FIVIN, tras analizar la literatura científica en la que se basa el plan, expone lo siguiente:

 

  • Beber vino con moderación, como parte de una Dieta Mediterránea y la práctica de un estilo de vida saludable no se asocia con un incremento del riesgo de cáncer ((1)Schwingshackl L, et al. 2017; (2) Morze J, et al. 2020;).

 

  • La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la Dieta Mediterránea como una de las dietas más saludables del mundo, vinculada con una menor tasa de mortalidad. El consumo moderado de vino es un importante componente de dicha dieta. ((3) Renzella J, et al. 2018; (4) Dinu M, et al. 2018).

 

  • El consumo nocivo de bebidas alcohólicas conlleva un incremento del riesgo de cáncer ((5) Bagnardi V, et al. 2015). El alcance de las bebidas alcohólicas como factor de riesgo de cáncer depende significativamente de las cantidades de alcohol consumido, el tipo de bebida alcohólica, los patrones de consumo y el contexto de la alimentación en el que las bebidas alcohólicas son consumidas.

 

  • Las bebidas alcohólicas no son un factor de riesgo único, ya que el cáncer es una enfermedad multifactorial y el riesgo de padecerlo no puede ser evaluado de manera aislada.

 

Referencias científicas:

(1) Schwingshackl, L.; Schwedhelm, C.; Galbete, C.; Hoffmann, G. Adherence to mediterranean diet and risk of cancer: An updated systematic review and meta- analysis. Nutrients 2017, 9, 214, doi:10.3390/nu9101063.
(2) Morze, J.; Danielewicz, A.; Przyby ł owicz, K.; Zeng, H.; Hoffmann, G.; Schwingshackl, L. An updated systematic review and meta-analysis on adherence to mediterranean diet and risk of cancer. Eur. J. Nutr. 2020, 1–26, doi:10.1007/s00394- 020-02346-6
(3) Renzella J, Townsend N, Jewell J, Breda J, Roberts N, Rayner M et al. What national and subnational interventions and policies based on Mediterranean and Nordic diets are recommended or implemented in the WHO European Region, and is there evidence of effectiveness in reducing noncommunicable diseases? Copenhagen: WHO Regional Office for Europe; 2018 (Health Evidence Network (HEN) synthesis report 58),
(4) Dinu, M.; Pagliai, G.; Casini, A.; Sofi, F. Mediterranean diet and multiple health outcomes: An umbrella review of meta-analyses of observational studies and randomised trials. Eur. J. Clin. Nutr. 2018, 72, 30–43.
(5) Bagnardi V, et al., Alcohol consumption and site-specific cancer risk: A comprehensive dose-response meta-analysis. British Journal of Cancer, 2015. 112(3): p. 580-593).

 

(Ver documento completo)