Con moderación, el vino podría ser un aliado de la salud cognitiva en personas mayores
21 de septiembre de 2022
En el día Mundial del Alzheimer, que se celebra hoy 21 de septiembre, la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN) comparte los resultados de una investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha que mostraría un posible efecto protector del consumo moderado de vino en el desarrollo cognitivo
El consumo moderado de vino está relacionado con un efecto protector para la salud cognitiva, especialmente, en las personas mayores. Así lo demuestra el estudio, liderado por las investigadoras de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) Maria Isabel Lucerón Lucas-Torres y Celia Álvarez Bueno, “Asociación entre el consumo de vino y el deterioro cognitivo en personas mayores: una revisión sistemática y metanálisis de estudios longitudinales”, publicado el pasado mes de mayo por la revista científica Frontiers In Nutrition, la tercera editorial de investigación más citada y la sexta más grande.
Este estudio observa una relación inversa entre el consumo moderado de vino y el riesgo de deterioro cognitivo en personas mayores de 65 años, ya que la manera en la que se consume es la clave para definir el impacto sobre la salud. Es decir, la cantidad, la clase de bebida, el patrón de consumo o el contexto.
Para realizar esta revisión sistemática y metaanálisis las autoras buscaron estudios científicos longitudinales publicados sobre consumo de vino y deterioro cognitivo en personas mayores (>65 años) hasta mayo de 2021, sumando un total de 46.472 participantes (60% mujeres). Se observó que un consumo moderado de vino (hombres: ≤30 gramos/día de alcohol, mujeres: ≤20 g/día) se asociaba con un riesgo 41% menor de deterioro cognitivo.
La investigadora, Celia Álvarez Bueno, del Centro de Estudios sociosanitarios (CESS) adscrito a la UCLM, explica que “el consumo moderado de vino dentro de una dieta equilibrada y saludable se ha asociado a un menor riesgo de deterioro cognitivo. Esto puede deberse a que algunos de los componentes presentes en el vino, como el resveratrol, los ácidos fenólicos y los flavonoides, podrían tener un efecto neuro protector y antioxidante, lo que a su vez podría tener repercusión en la incidencia de patologías como la enfermedad de alzheimer”.
Y afirma que “nuestra revisión sistemática y metaanálisis muestra un posible efecto protector entre el consumo de vino y el desarrollo de deterioro cognitivo. Nuestros resultados también apoyan las directrices internacionales que sugieren un consumo de vino de bajo a moderado como el nivel más aceptable”.
Esta investigación coincide con los subanálisis de otros estudios similares que evaluaban la relación entre consumo moderado de alcohol y deterioro cognitivo y con otras investigaciones que demuestran las propiedades antioxidantes y antinflamatorias de los polifenoles que se encuentran en diversos alimentos de origen vegetal, entre ellos, la uva.
Numerosos estudios científicos demuestran que, si se siguen las pautas apropiadas de consumo moderado, y no se rebasan, el vino puede formar parte de un estilo de vida saludable y su consumo tiene contrastados beneficios en la salud, siempre hablando de adultos sanos. Puede ser perjudicial si se consume de forma abusiva tal y como pasa con otros muchos alimentos. Por ello, es muy importante distinguir entre el consumo moderado y el consumo abusivo. Cualquier estudio sobre el vino y la salud no reemplaza el consejo médico de un profesional.
Más información del estudio: Association Between Wine Consumption and Cognitive Decline in Older People: A Systematic Review and Meta-Analysis of Longitudinal Studies