01/02/2010
Un consumo moderado de vino puede disminuir el estrés oxidativo y el daño celular. Ya que respiramos, nuestro cuerpo constantemente reacciona con el oxígeno y nuestras células producen energía.
Como una consecuencia de esta actividad, moléculas sumamente reactivas son producidas, conocidas como radicales libres. Los radicales libres actúan recíprocamente con otras moléculas dentro de células. Esto puede causar el daño oxidativo a proteínas, membranas y genes.
El daño oxidativo ha sido implicado en la causa de muchas enfermedades como el cáncer y Alzheimer y tiene un impacto sobre el proceso de envejecimiento del cuerpo. Factores externos como la contaminación, la luz del sol y el tabaquismo también provocan la producción de radicales libres.
Para neutralizar el estrés oxidativo, el cuerpo producen cantidad de antioxidantes para defenderse. Esto es el trabajo de antioxidantes para neutralizar a los radicales libres que pueden dañar nuestras células. La capacidad del cuerpo de producir antioxidantes (su proceso metabólico) es controlada por el código genético del individuo y bajo la influencia de nuestra exposición a factores exógenos como la dieta y fumar. Por consiguiente los cambios de nuestro modo de vivir, que incluyen la contaminación más ambiental y una dieta menos equilibrada, somos expuestos a más radicales libres que antes.
Por ejemplo, consumiendo una comida rica en lípidos y/o hidratos de carbono causa el aumento de los niveles de lípidos y glucosa en sangre. Esto conduce a aumentar el estés oxidativo que ha sido asociado con un riesgo aumentado para atherosclerosis y trastornos relacionados. El estres oxidativo después de que una comida es caracterizado por una sensibilidad aumentada del organismo hacia el daño oxidativo. Se requiere que antioxidantes proporcionen la protección de los efectos oxidativos de grasas y azúcares.
Atherosclerosis y la enfermedad coronaria (CHD) así como muchas otras enfermedades, como la enfermedad de Parkinson, el paro cardíaco, infarto de miocardio, la enfermedad de Alzheimer, y el síndrome de fatiga crónico son asociados con el estrés oxidativo.
El vino y el consumo de alcohol han sido implicados para ser protectores contra CHD en parte debido a sus polifenoles que muestran propiedades de antioxidantivas in vitro e in vivo.
A causa de estas características, existe un acuerdo general, tanto entre la comunidad científica como el gran público, que el vino, en particular el vino tinto, es una bebida de antioxidante. El etanol, sin embargo, es asociado con un aumento del daño de oxidativo. Entonces las ventajas de polifenoles en el vino podrían ser neutralizadas por un daño aumentado debido a su contenido alcohólico.
Varios estudios han sido realizados sobre los beneficios antioxidantes sobre la salud gracias al vino y los polifenoles del vino. De los datos disponibles, no hay ninguna prueba hasta ahora que sostuviera que el consumo de vino proporciona ventajas antioxidativas en voluntarios sanos, otros que no sean neutralizar el efecto oxidativo del alcohol.
Al contrario, los datos sobre el antioxidante el efecto protector de vino tinto en situaciones de estrés oxidativo prometen. El estrés oxidativo de sobremesa después de una comida, a pesar de la diversidad de biomarcadores usado para su evaluación, es neutralizado por la ingestión de vino.