Estudios científicos

Population-level risks of alcohol consumption by amount, geography, age, sex, and year: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2020

Abstract:

Background

The health risks associated with moderate alcohol consumption continue to be debated. Small amounts of alcohol might lower the risk of some health outcomes but increase the risk of others, suggesting that the overall risk depends, in part, on background disease rates, which vary by region, age, sex, and year.

Methods

For this analysis, we constructed burden-weighted dose–response relative risk curves across 22 health outcomes to estimate the theoretical minimum risk exposure level (TMREL) and non-drinker equivalence (NDE), the consumption level at which the health risk is equivalent to that of a non-drinker, using disease rates from the Global Burden of Diseases, Injuries, and Risk Factors Study (GBD) 2020 for 21 regions, including 204 countries and territories, by 5-year age group, sex, and year for individuals aged 15–95 years and older from 1990 to 2020. Based on the NDE, we quantified the population consuming harmful amounts of alcohol.

Findings

The burden-weighted relative risk curves for alcohol use varied by region and age. Among individuals aged 15–39 years in 2020, the TMREL varied between 0 (95% uncertainty interval 0–0) and 0·603 (0·400–1·00) standard drinks per day, and the NDE varied between 0·002 (0–0) and 1·75 (0·698–4·30) standard drinks per day. Among individuals aged 40 years and older, the burden-weighted relative risk curve was J-shaped for all regions, with a 2020 TMREL that ranged from 0·114 (0–0·403) to 1·87 (0·500–3·30) standard drinks per day and an NDE that ranged between 0·193 (0–0·900) and 6·94 (3·40–8·30) standard drinks per day. Among individuals consuming harmful amounts of alcohol in 2020, 59·1% (54·3–65·4) were aged 15–39 years and 76·9% (73·0–81·3) were male.

Interpretation

There is strong evidence to support recommendations on alcohol consumption varying by age and location. Stronger interventions, particularly those tailored towards younger individuals, are needed to reduce the substantial global health loss attributable to alcohol.

Comentarios divulgativos:

Este estudio ha sido publicado por The Global Burden of Disease (GBD) 2020 Alcohol Collaborators, un organismo en el que colaboran investigadores de más de 156 países, con el objetivo de disponer de recursos que permitan evaluar el impacto en la salud de cientos de enfermedades y factores, entre ellos el alcohol, e incorporar este conocimiento en los sistemas sanitarios y contribuir a la implantación de nuevas políticas basadas en la evidencia.

Los resultados de un estudio previo publicado en 2018 por el mismo grupo, indicaban que cualquier cantidad de alcohol tenía un impacto negativo en la salud, y no había una dosis de consumo segura, independientemente de la edad, el país o el sexo. Sin embargo, una de las limitaciones de este trabajo fue no tener en cuenta que no todas las enfermedades afectan por igual a todas las regiones del mundo, ni a todos los grupos de edad.

De manera que, este trabajo tiene por objetivo actualizar ese estudio y analizar sistemáticamente cuál sería el nivel de consumo asociado con un riesgo más bajo para la salud, teniendo en cuenta las tasas antecedentes de enfermedad, es decir, las diferencias que existen en la aparición de enfermedades relacionadas con el alcohol, entre diferentes países y grupos de edad. Mejorando así el análisis publicado en 2018.

Los resultados muestran como el riesgo asociado al consumo de alcohol varía según la edad y la región de origen, ya que las causas de mortalidad más significativas no son las mismas en todos los casos.

El nivel de consumo estimado que representaba el riesgo más bajo en el rango de edad más joven analizado (15-39 años) era cero o muy cercano a cero, un grupo poblacional en el que las lesiones/accidentes tienen un papel especialmente relevante. Mientras que, en la población >40 años el nivel de consumo con el riesgo más bajo era ligeramente superior, de entre 0,114 y 1,87 bebidas estándar/día. En los mayores de 40 años se observaba una relación de tipo “curva en forma de J” donde un consumo nulo o excesivo se asociaba con un mayor riesgo para la salud, que un consumo moderado, un tipo de asociación que ya había sido observada por investigaciones anteriores.

De modo que, en los individuos mayores de 40 años un consumo moderado es compatible con un adecuado mantenimiento o incluso mejora de la salud. Posiblemente debido a que las enfermedades cardiovasculares son una de las principales enfermedades que afectan a este grupo poblacional, y un consumo moderado de vino en el marco de una alimentación saludable como la Dieta Mediterránea, se ha asociado con un efecto protector frente a este tipo de enfermedades.