La relación entre alcohol y salud cognitiva: revisamos un nuevo estudio sin alarmismos

24 de julio de 2025

Diversos medios de comunicación se han hecho eco de una nueva investigación realizada por científicos de la Universidad de São Paulo (Brasil), utilizando titulares alarmistas como: “la gente que bebe alcohol regularmente muere 13 años antes que los no bebedores”.

Este estudio intentó examinar el impacto del consumo de alcohol en el cerebro y en las funciones cognitivas, analizando una serie de individuos fallecidos a los que se les había practicado autopsia.

Se incluyeron 1.781 individuos cuyo cerebro se había recolectado durante la autopsia en el Biobanco para Estudios del Envejecimiento (BAS) de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo. Los individuos tenían una edad media de 74,9 ± 12,5 años, 49,6% eran mujeres y 64% blancos.

Los datos sobre el estado cognitivo y el consumo de alcohol fueron obtenidos a través de entrevistas familiares que hubiesen acompañado al fallecido en los últimos 6 meses de vida. Se consideraron 4 grupos:

  • No bebedores
  • Bebedores moderados: aquellos que el familiar afirmó que bebían hasta 7 bebidas por semana (una bebida=14 gr de alcohol, equivalente a una copa de vino)
  • Bebedores importantes: los que bebían mayor cantidad
  • Ex bebedores importantes: aquellos que habían dejado el consumo elevado en los tres meses anteriores a su fallecimiento (lo cual pudo ser un criterio bastante arbitrario)

Analizando con más detalle la metodología, el estudio tiene muchas limitaciones y algunos resultados contradictorios.

  • Solo se analizaron pacientes fallecidos a los que se les había practicado autopsia, sin especificar la causa de la muerte, que podría haber sido determinante de los hallazgos encontrados.
  • Los datos clínicos y sociodemográficos, el consumo de alcohol y las capacidades cognitivas de los fallecidos, fueron obtenidos mediante encuestas a los familiares, lo cual es una fuente de error.
  • Solo se consideró el consumo de alcohol de los últimos meses, lo cual genera también un sesgo significativo.
  • El estudio, además, es un estudio transversal que no permite establecer causalidad.
  • No hubo seguimiento longitudinal (solo postmortem) y no se analizaron los déficits vitamínicos como el de tiamina (Vit B6), que suele ser frecuente en los bebedores importantes y que por si mismo puede generar alteraciones neuroanatómicas e interaccionar en el deterioro cognitivo.

Los autores destacan en la discusión que el grupo de los bebedores importantes tenían de promedio 13 años menos que los no bebedores, extrapolando que el alcohol acorta la vida 13 años, y eso generó el titular de la noticia. Aunque sea cierto que los bebedores importantes puedan tener una esperanza de vida más corta debido a los efectos nocivos del consumo elevado de alcohol, la cifra y la conclusión es totalmente engañosa basándose en los datos del estudio y por el mismo motivo podría decirse arbitrariamente que los bebedores moderados tenían dos años menos de expectativa de vida que los ex bebedores importantes, el grupo con mayor deterioro.

 

Conclusión:

En conclusión, de este estudio debe destacarse que el análisis postmortem reveló mayor grado de arteriolosclerosis hialina en los bebedores de alcohol, respecto a los no bebedores. Las demás interpretaciones o reporte de resultados parciales tienen poco valor dadas las limitaciones del estudio. Indudablemente, la frase de que el alcohol acorta la vida 13 años de promedio es totalmente arbitraria y no se sostiene con los resultados.