Análisis del estudio sobre Alcohol y Mortalidad de la Universidad Autónoma de Madrid

7 de noviembre de 2024

Este estudio señala los beneficios potenciales del consumo moderado de vino en las comidas. Estos beneficios específicos no han sido recogidos por los medios lo que ha generado cierta controversia al ignorar los diferentes patrones de consumo.

Este estudio analiza la relación entre los patrones de consumo de diferentes bebidas alcohólicas con el riesgo de mortalidad, en una cohorte de 135.103 participantes mayores (≥60 años) británicos del registro poblacional UK-Biobank (50% mujeres, 40-69 años), a los que se realizó un seguimiento durante 12 años. Además de la cantidad de alcohol, analiza si el riesgo se modifica por presentar factores de riesgo relacionados con la salud y/o socioeconómicos, así como, según el patrón de consumo (si es durante las comidas) o el tipo de bebida (vino frente a otras bebidas alcohólicas).

Los resultados muestran que, en comparación con un consumo ocasional, el consumo de alcohol elevado (>40 gr/día en hombres y >20gr/día en mujeres) se asoció con un riesgo mayor de mortalidad por todas las causas.

No obstante, uno de los hallazgos más interesantes del estudio, y que no se ha mencionado en medios, es la valoración del impacto en la mortalidad de los patrones de consumo como beber preferentemente vino (>80% del alcohol) y beber solo en las comidas.

Se observó que, en comparación con el riesgo de los participantes que no bebían vino preferentemente, ni bebían sólo durante las comidas:

  • Beber preferentemente vino se asociaba con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas en los participantes con factores de riesgo de salud y socioeconómicos.
  • Beber preferentemente durante las comidas se asociaba con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas en los participantes con factores de riesgo de salud y socioeconómicos.
  • La adhesión a ambos patrones de consumo de alcohol (vino y comidas) se asoció con una menor mortalidad por todas las causas en los bebedores con factores de riesgo socioeconómicos o relacionados con la salud y también, en menor medida, con una menor mortalidad por todas las causas en los bebedores sin factores de riesgo relacionados con la salud.

Con estos hallazgos los autores destacan que la preferencia por el vino y el consumo solo durante las comidas modificaron la asociación de la ingesta de alcohol con la mortalidad. Así, el riesgo de muerte por todas las causas se atenuó e incluso desapareció entre los individuos que bebían preferente vino y solo con las comidas.

Los autores valoran que este efecto protector del consumo de vino junto con las comidas podría estar relacionado con otros componentes no alcohólicos, como los polifenoles con efecto antioxidante, o con una absorción más lenta del alcohol al consumirse junto con las comidas que moderaría los niveles de alcohol en sangre, y al espaciamiento de las bebidas, o bien con otras actitudes más moderadas de las personas que mantienen este patrón de consumo.

 

Conclusión

Las condiciones socioeconómicas, de salud, el tipo de bebida consumida y cómo se consume influyen en los resultados de los estudios que se realizan sobre mortalidad. Esta diferenciación debería realizarse en todas las investigaciones que analicen la relación entre el alcohol y la salud.

 

Consulta la valoración científica completa en el enlace.

El análisis y la valoración médico-científica del estudio ha sido realizada por la asesoría científica de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición-FIVIN.