¿El vino tinto protege de la Covid-19?

1 de febrero de 2022

Los medios de comunicación se hacen eco de un nuevo estudio que relaciona el consumo de vino con la prevención de la Covid-19.

En ningún caso se puede interpretar que los resultados de este estudio indiquen que el consumo de vino protege de la COVID-19. No hay evidencia científica que sustente esta afirmación.

INFORMACIÓN DEL ESTUDIO

Investigadores del Centro de Salud Mental del Hospital Shenzhen Kangning y del Departamento de Neurocirugía del Hospital Southwest de la Universidad Médica Militar del Ejército, ambos en China, han publicado «COVID-19 Risk Appears to Vary Across Different Alcoholic Beverages» un estudio observacional que investiga la asociación entre el consumo de alcohol con el riesgo de COVID-19 y la mortalidad por COVID-19.

  • Se utilizaron datos de 473.957 personas (de la cohorte UK Biobank)
  • Información sobre su nivel y patrón de consumo en 2006-2010.
  • Información sobre los casos de contagio por COVID-19 y muertes relacionadas con la COVID-19 hasta julio de 2021.

RESULTADOS

  • Respecto a los casos de contagio por SARS-CoV-2, el virus causante de la COVID-19. La probabilidad de los participantes del estudio que no consumían bebidas alcohólicas de haberse contagiado de SARS-CoV-2 parecía ser un 9% superior que la de los participantes bebedores y un 10% superior que la de los participantes que tomaban más de tres bebidas a la semana.
  • En cuanto al tipo de bebida consumida. La probabilidad de haberse contagiado de COVID-19 parecía ser más alta en el grupo de participantes que no bebían o bebían ocasionalmente, eran exbebedores, o que no consumían específicamente vino tinto, vino blanco, vino espumoso o vino fortificado.
  • Respecto a la mortalidad por COVID-19. La probabilidad de los participantes del estudio de haber muerto por COVID-19 parecía ser independiente del nivel, cantidad y tipo de bebida consumida.

CONSIDERACIONES DE LA METODOLOGÍA

  • Este estudio no dispone de información sobre el nivel o patrón de consumo en 2021. Todos los análisis relacionan los datos en 2006-2010 con los contagios/mortalidad relacionada con COVID-19 en 2021.
  • La población estudiada es ‘adultos mayores’, con más de 50 años, por lo que los resultados de este estudio no se pueden extrapolar a toda la población.
  • No se sabe si los consumidores de vino en este estudio tienen un estilo de vida global más saludable que el resto de los participantes. En un estudio de estas características es imposible controlar todas las variables de confusión.

CONCLUSIONES

  • En ningún caso se puede interpretar que los resultados de este estudio indiquen que el consumo de vino protege de la COVID-19. No hay evidencia científica que sustente esta afirmación.
  • Lo que sí se sabe es que un estilo de vida saludable es sinónimo de calidad de vida y salud. Como la dieta mediterránea tradicional, que va más allá de una mera forma de alimentación, y se considera internacionalmente un estilo de vida saludable.
  • Al ser un estudio observacional no se puede inferir causalidad. No es correcto concluir o interpretar que un consumo moderado de vino reduzca los casos de COVID-19.
  • Una vez obtenidos los resultados los autores plantean hipótesis. Ideas que podrían explicar estos datos, pero que tan sólo son especulaciones que se sirven de resultados obtenidos por otros investigadores, y que por lo tanto no han sido contrastadas.
  • LA EVIDENCIA ES TOTALMENTE INSUFICIENTE PARA PODER REALIZAR NINGÚN TIPO DE AFIRMACIÓN.

 

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