¿Funciona la dieta del vino y el jamón que recomiendan algunos médicos?

9 de marzo de 2021

El consultorio de nutrición de La Vanguardia el pasado julio hizo una valoración general sobre diferentes pautas dietéticas hace referencia a las dietas de “vino y jamón”, calificándolas de injustificables. Si bien es cierto que este tipo de alimentos deben ser consumidos con moderación, si se incluyen en un patrón alimentario saludable, como es la Dieta Mediterránea, junto con la promoción de actividad física y la reducción de la ingesta energética, no habría porqué eliminarlos de la dieta. 

Fuente: La Vanguardia

El consultorio de nutrición de La Vanguardia el pasado julio hizo una valoración general sobre diferentes pautas dietéticas en la que se explicaba que “Es demasiado frecuente encontrarnos promociones ocultas de bebidas alcohólicas con motivos de pseudo-prescripción médica. Esto ha llegado incluso a confundir tanto a la población, qué mucha gente sigue pensando a día de hoy que el consumo de vino es saludable”. 

Asimismo, se hace referencia a las dietas de “vino y jamón” y califica este tipo de pautas como “completamente injustificable desde el punto de vista científico y ético”. Si bien es cierto que este tipo de alimentos deben ser consumidos con moderación, si se incluyen en un patrón alimentario saludable, como es la Dieta Mediterránea, junto con la promoción de actividad física y la reducción de la ingesta energética, no habría porqué eliminarlos de la dieta.  

Sin embargo la perdida de peso no puede atribuirse al consumo de estos alimentos en particular, ya que si analizamos en detalle esta dieta, vemos que se trata de un régimen hipocalórico que además promueve la actividad física. Por supuesto, el jamón y el vino son alimentos que pueden formar parte de una alimentación sana y equilibrada, pero es necesario considerar la frecuencia con la que se ingieren.  

El jamón es un alimento procesado con una cantidad importante de sal y un porcentaje graso elevado, por ello, su consumo debe ser ocasional, tanto en personas sanas como en pacientes con obesidad. Desde el punto de vista sanitario no es recomendable comer todos los días jamón. El vino por su parte, se contempla en la Dieta Mediterránea, tomado de forma moderada y con las comidas, siempre que su consumo no esté contraindicado. Este patrón alimentario se ha relacionado con un menor riesgo de enfermedad [1] y el consumo moderado de vino tinto como parte de la Dieta Mediterránea no se ha relacionado con un mayor riesgo para la salud [2,3]. El nivel de consumo indicado por la “dieta del vino y el jamón” podría considerarse como moderado. Sin embargo, desde el punto de vista sanitario no sería recomendable promocionar el inicio en el consumo en personas que no beben, especialmente basándose en un “motivo de salud” como es la pérdida de peso.  

 

Conclusión:

Promocionar una dieta de pérdida de peso basándose en el consumo de estos alimentos responde más a una estrategia de marketing que de salud, que además, genera confusión entre los consumidores. 

 

El análisis y la valoración médico-científica de la noticia ha sido realizada por la asesoría científica de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición-FIVIN. 

 

Referencias: 

  1. Dinu, M.; Pagliai, G.; Casini, A.; Sofi, F. Mediterranean diet and multiple health outcomes: An umbrella review of meta-analyses of observational studies and randomised trials. Eur. J. Clin. Nutr. 2018, 72, 30–43.
  2. Trichopoulou, A.; Bamia, C.; Trichopoulos, D. Anatomy of health effects of Mediterranean diet: Greek EPIC prospective cohort study. BMJ 2009, 339, 26–28.
  3. Schwingshackl, L.; Schwedhelm, C.; Galbete, C.; Hoffmann, G. Adherence to mediterranean diet and risk of cancer: An updated systematic review and meta-analysis.
  4. World Health Organization; Hammer, J.H.; Parent, M.C.; Spiker, D.A. Global status report on alcohol and health 2018; 2018; ISBN http://www.who.int/iris/handle/10665/112736.