Los valores de la Dieta Mediterránea

28 de febrero de 2022

El digital maldita.es pone en cuestión el mayor estudio realizado sobre los efectos saludables de la Dieta Mediterránea (Predimed), aportando contenidos contradictorios y omitiendo información.

El digital maldita.es publicó un artículo denostando los valores de la dieta mediterránea y el vino como parte de ella. Concretamente, se ponía en cuestión el mayor estudio realizado sobre los efectos saludables de la Dieta Mediterránea (Predimed). Acompañó la noticia con un vídeo en el que intervinieron diferentes especialistas opinando sobre este tema.

Fuente: Maldita.es

Se explica que el estudio Predimed trabajó con un cuestionario de 14 puntos que median la adherencia a la dieta mediterránea. En el video original, se afirma y se hace hincapié en que el consumo de vino suma en el cuestionario de adherencia a la dieta mediterránea utilizado en el estudio PREDIMED. Sin embargo, esto no queda reflejado en la noticia publicada online, que señala lo contrario. Por lo que la noticia digital vierte información opuesta y omite parte del video contenido.

La Dieta Mediterránea

La Dieta Mediterránea es probablemente el patrón alimentario y de estilo de vida más estudiado y con mayor evidencia científica de su efecto protector para la salud. Las investigaciones científicas muestran que las personas que siguen la dieta mediterránea viven más, pero, también envejecen mejor. Algo fundamental para conservar la calidad de vida.

La dieta mediterránea es capaz de prevenir enfermedades importantes como la diabetes, la obesidad y aquellas enfermedades que afectan al sistema cardiovascular. Ayuda también en el control de la hipertensión, el azúcar, el colesterol, los triglicéridos y otros lípidos sanguíneos.

Además, cada vez hay más resultados de investigaciones científicas que señalan que la dieta mediterránea protege la salud cognitiva, y juega un papel en la prevención de enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer, y en la prevención del cáncer. El problema es que en la actualidad la dieta mediterránea tradicional cada vez se sigue menos. Con la globalización y el estilo de vida actual la alimentación ha cambiado, en muchos casos ha empeorado, y cada vez se aleja más de esta dieta mediterránea tradicional y saludable que se recomienda, poniendo en riesgo la salud.

Los elementos más característicos de la dieta mediterránea tradicional son el aceite de oliva, los cereales mínimamente refinados, los frutos secos y el consumo moderado de vino, junto con las comidas. Pero, la dieta mediterránea también destaca por la gran variedad y cantidad de frutas, verduras y hortalizas, pan y cereales mínimamente refinados, legumbres y semillas que incluye. Por el consumo moderado de lácteos (sobre todo yogures y quesos), huevos, pescado y carne de ave, y por la baja presencia de carne roja o procesada.

El consumo moderado de vino, junto con las comidas, aunque es opcional, es un elemento diferenciador de la dieta mediterránea, por lo que se incluye en la mayoría de los cuestionarios utilizados en investigación para conocer si la alimentación de los participantes se parece a la dieta mediterránea.

El estudio más importante sobre dieta mediterránea y salud realizado hasta la fecha es el PREDIMED (PREvención con Dieta MEDiterránea). Este ensayo clínico utilizó el cuestionario de adherencia a la dieta mediterránea MEDAS de 14 puntos, donde los participantes que contestaban afirmativamente a la pregunta ¿bebe 7 o más copas de vino a la semana? sumaban un punto más a su puntuación final. Pero, además este estudio recogía información detallada sobre el patrón de consumo de las bebidas más consumidas.

Así pues, la forma en que la dieta mediterránea incluye las bebidas es característica. Se trata de un consumo bajo-moderado, junto con las comidas, especialmente el vino, que tiene un volumen alcohólico medio, en comparación con otras bebidas como los destilados. Nada similar al consumo de borrachera.

El patrón de dieta mediterránea en su conjunto ha demostrado ser protector para la salud. Y el vino, al igual que el resto de los componentes característicos de esta dieta, puede estar contribuyendo en sus efectos.

Son múltiples los estudios científicos que indican que un consumo ligero-moderado de vino tiene cabida en una alimentación saludable (Minzer, S. et al. 2020). Como el estudio PREDIMED cuyos resultados muestran que el consumo ligero-moderado de vino en personas con un riesgo elevado de desarrollar enfermedades cardiovasculares se asociaba con una menor probabilidad de tener depresión y síndrome metabólico. El síndrome metabólico consiste en tener tres o más de los siguientes criterios: obesidad abdominal, triglicéridos elevados, colesterol HDL bajo (comúnmente conocido como colesterol beneficioso), hipertensión y/o glucosa en sangre elevada. Todos ellos son factores de riesgo para la salud.

Conclusion:

La omisión de detalles del video contenido en el mismo artículo digital, y peor aún, indicar información opuesta, pone de manifiesto la poca rigurosidad del contenido y del medio de comunicación.

 

* El análisis y la valoración médico-científica de la noticia y estudio ha sido realizada por la asesoría científica de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición-FIVIN.