Vino y envejecimiento: analizamos un estudio reciente

23 de diciembre de 2022

Algunos medios de comunicación se hicieron eco de una investigación que analiza si el consumo de alcohol puede influir en la longitud de los telómeros, los extremos de los cromosomas que protegen la información genética de cada individuo. Pero los resultados de la investigación no se corresponden con titulares como “Adiós a la copa de vino diaria: la cantidad que acelera el envejecimiento y hace perder años de vida”. Si analizamos con rigor el estudio, la evidencia nos muestra el porqué.

La investigación en cuestión, publicada en la revista científica Molecular Psychiatry, estudia si el consumo de alcohol puede influir en la longitud de los telómeros, los extremos de los cromosomas que protegen la información genética de cada individuo, y que se utilizan como un indicador del grado de envejecimiento. Su acortamiento se ha relacionado con un incremento del riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con la edad, como por ejemplo la enfermedad de Alzheimer.

Los autores han utilizado datos de 245.354 participantes de la cohorte UK Biobank. Se trata de un estudio observacional, en el que se emplean técnicas estadísticas de aleatorización mendeliana, las cuales permiten inferir causalidad en los resultados observados.

Los resultados de la investigación mostraron que el consumo semanal de entre 0 y 136 gramos de alcohol no afectaba a la longitud de los telómeros, y confirmaron que consumir dosis elevadas de alcohol y el alcoholismo producían un acortamiento de la longitud de los telómeros. Este efecto se observaba en personas que tomaban más de 136 gramos de alcohol a la semana, reforzando la evidencia disponible de que un consumo de alcohol excesivo es dañino para la salud.

Asimismo, tal como señalan los autores, el estudio tiene algunas limitaciones, entre ellas, no se ha evaluado si diferentes tipos de bebidas tienen el mismo efecto o cómo influye la distribución del consumo de esta cantidad de alcohol (ej. 136 g de alcohol en una única ocasión, o en pequeñas dosis durante la semana).

Conclusión

Los resultados de este estudio no permiten afirmar que un consumo moderado de vino acelere el envejecimiento, haya una menor esperanza de vida, aumente el riesgo de padecer cáncer o enfermedad de Alzheimer o haya un daño en el ADN, tan sólo concluye que un consumo superior de 136 gramos de alcohol o en situación de alcoholismo se asocia con un acortamiento de los telómeros leucocitarios.