¿El consumo moderado de vino podría reducir el tamaño del cerebro?

31 de marzo de 2022

elespanol.com se hace eco de un estudio que ha analizado si existen asociaciones entre nivel de consumo y el volumen cerebral. Publica la noticia con el titular “El adiós definitivo a la copa de vino al día: así se reduce tu cerebro en función de las que tomes”. Sin embargo, los resultados de la investigación no permiten afirmar que un consumo moderado de vino pueda empeorar la salud cerebral.

Fuente: elespanol.com

 

Se trata de un estudio observacional (de tipo transversal) desarrollado por investigadores de la Universidad de Pensilvania que analizó si existen asociaciones entre el nivel de consumo y el volumen cerebral de materia gris y materia blanca.

Recogieron información de 36.678 adultos mayores y de mediana edad, y obtuvieron imágenes de resonancia magnética de alta calidad de su macro y microestructura cerebral. Los resultados indican que consumos más altos se encuentran en individuos que tienen un volumen cerebral más bajo de materia gris y materia blanca, y viceversa. Esta asociación es especialmente clara cuando el consumo es excesivo, pero también se observa en aquellos participantes que beben de media entre una y dos bebidas al día, y no se observa en personas abstemias ni en personas bebedoras de menos de media bebida al día.

Sin embargo, para poder interpretar apropiadamente sus resultados es necesario tener en cuenta las características de su metodología.

Se trata de un estudio transversal. Los investigadores recogieron información sobre el consumo, en el mismo momento que obtuvieron las imágenes del cerebro de los participantes. Por lo que sus resultados no permiten afirmar que el consumo reduzca el tamaño cerebral, ya que ambas informaciones se han recogido simultáneamente.

En ningún momento los investigadores indican que haya un empeoramiento o mejora de la función/salud cerebral, pues no se dispone de esta información y el diseño experimental utilizado no permite conocerlo.

No tiene en cuenta variables como la frecuencia de consumo o el tipo concreto de bebida consumida. No es posible saber si las asociaciones encontradas serían diferentes o no según el tipo de bebida consumida.

La información sobre el consumo hace referencia únicamente al año anterior al estudio y es autorreportada, es decir, es informada por los propios participantes, algo a considerar pues habitualmente se comunica un nivel inferior al real.

En el análisis de sus datos los investigadores tienen en cuenta importantes variables de confusión, sin embargo, no han sido considerados el patrón alimentario o el nivel de actividad física de los participantes, que podrían influir en los resultados.

No se dispone información sobre el estado de salud de los participantes, hay enfermedades como la hipertensión, la diabetes, la obesidad, la depresión o algunas alteraciones cardiovasculares que aumentan el riesgo de desarrollar demencias.

 

Conclusión

No sería correcto afirmar que una copa de vino al día empeora la salud cerebral en base a este estudio. Titulares como “El adiós definitivo a la copa de vino al día: así se reduce tu cerebro en función de las que tomes” no se corresponden en ningún caso con los resultados obtenidos en esta investigación.