Estudios científicos

A burden of proof study on alcohol consumption and ischemic heart disease.

Abstract:

Cohort and case-control data have suggested an association between low to moderate alcohol consumption and decreased risk of ischemic heart disease (IHD), yet results from Mendelian randomization (MR) studies designed to reduce bias have shown either no or a harmful association. Here we conducted an updated systematic review and re-evaluated existing cohort, case-control, and MR data using the burden of proof meta-analytical framework. Cohort and case-control data show low to moderate alcohol consumption is associated with decreased IHD risk – specifically, intake is inversely related to IHD and myocardial infarction morbidity in both sexes and IHD mortality in males – while pooled MR data show no association, confirming that self-reported versus genetically predicted alcohol use data yield conflicting findings about the alcohol-IHD relationship. Our results highlight the need to advance MR methodologies and emulate randomized trials using large observational databases to obtain more definitive answers to this critical public health question.

Comentarios divulgativos:

Esta investigación repasa la evidencia científica disponible acerca del impacto del consumo en la salud cardiovascular, concretamente en el riesgo de cardiopatía isquémica. Una enfermedad donde se produce un estrechamiento de las arterias que se dirigen al corazón y que da lugar a un menor flujo sanguíneo al músculo cardiaco.

Es una revisión sistemática de la literatura científica que incluye datos de 95 estudios de cohortes, 27 estudios de tipo casos-control y 5 estudios de aleatorización mendeliana que tienen en cuenta el papel de la variación genética.

Los resultados indicaron que, en base a la información disponible procedente de estudios observacionales, un consumo ligero-moderado se asociaba con un menor riesgo de cardiopatía isquémica. Este resultado se mantenía cuando se analizaban los datos por separado, hombres y mujeres, sólo la mortalidad por infarto de miocardio o teniendo en cuenta el tipo de diseño del estudio.

Por el contrario, si se tenía en cuenta la predicción de consumo según la genética de los participantes no se observaba ninguna relación entre el riesgo de cardiopatía isquémica y el consumo moderado. Es decir, según los resultados un consumo moderado no modificaba la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. Y, en todo caso, un consumo elevado se asociaba con un mayor riesgo para la salud.

Los autores indican que una de las principales limitaciones de los estudios que se realizan sobre la relación entre la salud y el consumo es que la información es autoinformada, es decir, es el propio participante quién proporciona la información sobre cuánto bebe, y es posible que se subestime o se oculte, lo que puede influir y confundir los resultados de los estudios que se realizan. Por lo que es importante desarrollar nuevas metodologías de investigación que permitan conocer esta información con mayor precisión.