Estudios científicos

Association of a healthy lifestyle with mortality in older people

Abstract:

Background: Unhealthy lifestyle behaviours such as smoking, high alcohol consumption, poor diet or low physical activity are associated with morbidity and mortality. Public health guidelines provide recommendations for adherence to these four factors, however, their relationship to the health of older people is less certain.

Methods: The study involved 11,340 Australian participants (median age 7.39 [Interquartile Range (IQR) 71.7, 77.3]) from the ASPirin in Reducing Events in the Elderly study, followed for a median of 6.8 years (IQR: 5.7, 7.9). We investigated whether a point-based lifestyle score based on adherence to guidelines for a healthy diet, physical activity, non-smoking and moderate alcohol consumption was associated with subsequent all-cause and cause-specific mortality.

Results: In multivariable adjusted models, compared to those in the unfavourable lifestyle group, individuals in the moderate lifestyle group (Hazard Ratio (HR) 0.73 [95% CI 0.61, 0.88]) and favourable lifestyle group (HR 0.68 [95% CI 0.56, 0.83]) had lower risk of all-cause mortality. A similar pattern was observed for cardiovascular related mortality and non-cancer/non-cardiovascular related mortality. There was no association of lifestyle with cancer-related mortality.

Conclusions: In a large cohort of initially healthy older people, reported adherence to a healthy lifestyle is associated with reduced risk of all-cause and cause-specific mortality. Adherence to all four lifestyle factors resulted in the strongest protection.

Comentarios divulgativos:

Este trabajo evalúa si tener hábitos de estilo de vida poco saludables, como fumar, tener un consumo elevado de alcohol, una mala alimentación o una baja actividad física se asocian con un mayor riesgo de enfermedad o de mortalidad específicamente entre las personas mayores de 70 años, ya que la mayoría de los estudios realizados hasta la fecha se han realizado en personas de entre 40 y 60 años.

El estudio que analizó datos de 11.340 participantes australianos (54% mujeres), sanos al inicio del estudio, con una edad media de 74 años, a los que se siguió durante un promedio de 6,8 años, encontró que:

Promocionar hábitos de estilo de vida saludables en población muy mayor sería también un predictor útil de longevidad.

En comparación con aquellos que no tenían hábitos de vida saludable, es decir, que seguían tan solo uno o menos de los hábitos saludables propuestos, aquellos que al inicio del estudio tenían un estilo de vida más saludable tenían también un riesgo un 40% menor de mortalidad por todas las causas y un menor riesgo de mortalidad cardiovascular, y por causas no relacionadas con la salud cardiovascular o con el cáncer. Especialmente si cumplían todos los hábitos de vida saludables propuestos: nunca haber fumado, 51-100 g de alcohol/semana, tener una alimentación saludable, realizar actividad física moderada o vigorosa semanalmente.

Se estimó que por cada habito de vida saludable adicional que se seguía el riesgo de mortalidad por todas las causas se reducía un 16%, un 25% en el caso de la mortalidad por causas cardiovasculares y un 22% por otras causas.

Este es uno de los estudios más amplios realizados hasta la fecha, en personas mayores de 70 años, con una salud relativamente buena. Sin embargo, se deben tener en cuenta sus limitaciones, como que por su diseño experimental no es posible extraer conclusiones de tipo causa-efecto, ya que hay otros factores que podrían estar influyendo en los resultados (ej. participantes especialmente sanos y concienciados de la importancia de su salud), que no se han tenido en cuenta.