![](https://lacienciadelvino.com/wp-content/uploads/2021/03/cabecera-estudios.jpg)
Estudios científicos
Alcohol Consumption Patterns and Mortality Among Older Adults With Health-Related or Socioeconomic Risk Factors.
Abstract:
Importance Alcohol consumption is a leading cause of morbidity and mortality that may be more important in older adults with socioeconomic or health-related risk factors.
Objective To examine the association of alcohol consumption patterns with 12-year mortality and its modification by health-related or socioeconomic risk factors.
Design, Setting, and Participants This prospective cohort study used data from the UK Biobank, a population-based cohort. Participants were current drinkers aged 60 years or older. Data were analyzed from September 2023 to May 2024.
Exposure According to their mean alcohol intake in grams per day, participants’ drinking patterns were classified as occasional: ≤2.86 g/d), low risk (men: >2.86-20.00 g/d; women: >2.86-10.00 g/d), moderate risk (men: >20.00-40.00 g/d; women: >10.00-20.00 g/d) and high risk (men: >40.00 g/d; women: >20.00 g/d).
Main Outcomes and Measures Health-related risk factors were assessed with the frailty index, and socioeconomic risk factors were assessed with the Townsend deprivation index. All-cause and cause-specific mortality were obtained from death certificates held by the national registries. Analyses excluded deaths in the first 2 years of follow-up and adjusted for potential confounders, including drinking patterns and preferences.
Results A total of 135 103 participants (median [IQR] age, 64.0 [62.0-67.0] years; 67 693 [50.1%] women) were included. In the total analytical sample, compared with occasional drinking, high-risk drinking was associated with higher all-cause (hazard ratio [HR], 1.33; 95% CI, 1.24-1.42), cancer (HR, 1.39; 95% CI, 1.26-1.53), and cardiovascular (HR, 1.21; 95% CI, 1.04-1.41) mortality; moderate-risk drinking was associated with higher all-cause (HR, 1.10; 95% CI, 1.03-1.18) and cancer (HR, 1.15; 95% CI, 1.05-1.27) mortality, and low-risk drinking was associated with higher cancer mortality (HR, 1.11; 95% CI, 1.01-1.22). While no associations were found for low- or moderate-risk drinking patterns vs occasional drinking among individuals without socioeconomic or health-related risk factors, low-risk drinking was associated with higher cancer mortality (HR, 1.15; 95% CI, 1.01-1.30) and moderate-risk drinking with higher all-cause (HR, 1.10; 95% CI, 1.01-1.19) and cancer (HR, 1.19; 95% CI, 1.05-1.35) mortality among those with health-related risk factors; low-risk and moderate-risk drinking patterns were associated with higher mortality from all causes (low risk: HR, 1.14; 95% CI, 1.01-1.28; moderate risk: HR, 1.17; 95% CI, 1.03-1.32) and cancer (low risk: HR, 1.25; 95% CI, 1.04-1.50; moderate risk: HR, 1.36; 95% CI, 1.13-1.63) among those with socioeconomic risk factors. Wine preference (>80% of alcohol from wine) and drinking with meals showed small protective associations with mortality, especially from cancer, but only in drinkers with socioeconomic or health-related risk factors and was associated with attenuating the excess mortality associated with high-, moderate- and even low-risk drinking.
Conclusions and Relevance In this cohort study of older drinkers from the UK, even low-risk drinking was associated with higher mortality among older adults with health-related or socioeconomic risk factors. The attenuation of mortality observed for wine preference and drinking only during meals requires further investigation, as it may mostly reflect the effect of healthier lifestyles, slower alcohol absorption, or nonalcoholic components of beverages.
Comentarios divulgativos:
Esta investigación ha estudiado la relación entre el consumo y el riesgo de mortalidad, en una cohorte de 135.103 participantes mayores británicos del estudio UK Biobank (50% mujeres, 40-69 años), a los que se realizó un seguimiento durante 12 años. Además, este trabajo ha analizado cómo influye en el riesgo de mortalidad el hecho de que los participantes presentasen o no factores de riesgo de salud y/o factores de riesgo socioeconómicos. Así como, características del patrón de consumo que se han relacionado con un menor riesgo, como beber principalmente vino o beber junto con las comidas.
En general, los resultados indicaron que un consumo elevado se relacionaba con un mayor riesgo de mortalidad. Mientras que en el caso del consumo de riesgo moderado o bajo la presencia o ausencia de factores de riesgo de salud o sociodemográficos era relevante, ya que cuando los participantes no tenían factores de riesgo de salud o sociodemográficos, el consumo de riesgo bajo o moderado no se asociaba con un mayor riesgo de mortalidad en general, ni por cáncer o enfermedad cardiovascular, en comparación con los bebedores ocasionales. Sin embargo, en el caso de los participantes que sí tenían factores de riesgo de salud o socioeconómicos el riesgo de mortalidad por todas las causas y por cáncer sí era mayor.
En cuanto a los patrones de consumo que se han relacionado con un menor riesgo para la salud: 1) consumir preferentemente vino (>80% del alcohol consumido) y 2) beber junto con las comidas: se observó una asociación protectora entre beber preferentemente vino durante las comidas y un menor riesgo de mortalidad por todas las causas, el riesgo de mortalidad por cáncer y el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Cuando se evaluaba cómo influían la presencia de factores de riesgo de salud y socioeconómicos, estos resultados se mantenían en los participantes que los presentaban. En general, consumir preferentemente vino y/o durante las comidas parecía reducir el riesgo de mortalidad encontrado en participantes que no tenían estos hábitos de consumo.
Los autores apuntaron que estos resultados relativos al consumo de vino junto con las comidas podrían no estar relacionados con el alcohol en sí, sino con otros factores presentes en el vino como los componentes no alcohólicos, antioxidantes, o con una absorción más lenta del alcohol al consumirse junto con las comidas, que moderaría los niveles de alcohol en sangre, y al espaciamiento de las bebidas, o bien con otras actitudes más moderadas de las personas que tienen este patrón de consumo. No obstante, es necesario investigar más al respecto para poder comprenderlo.
Este estudio de cohortes destaca por haber utilizado como grupo de referencia a los consumidores ocasionales, haber excluido del análisis las muertes ocurridas en los 2 primeros años de estudio, y haber ajustado los análisis por variables de confusión conocidas (fumar, actividad física, entre otras), que se sabe que pueden influir en los resultados estudiados. Limitaciones: se trata de un estudio observacional que permite identificar asociaciones, pero no indicar conclusiones de tipo causa-efecto. *Intervalos de confianza al 95%.